domingo, 3 de agosto de 2014

Se marchó la infancia

La infancia dormía
esperando su marcha
en unos cajones.
De repente un día
se abrieron  despacio,
se abrieron armarios y también cortinas.
Agazapada estaba entre los cuentos,
 juguetes y trocitos de días.
De repente un día
notó que unos ojos distintos
ponían miradas de hombres encima.
De repente un día
las manos enormes
tocaron despacio
lo que un día en ellas no cabía.
Despertó de golpe
la infancia dormida.
Era grande,
ocupaba cajones y estantes.
Ya se hizo chica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario