miércoles, 11 de abril de 2012

Atrapar amarillos

Dicen que el sol asoma más temprano a su ventana para hablar a sus súbditos. Ellos esperan impacientes sus rayos para teñir de luz y de color sus rincones y formas.
En ese cortejo la tierra y el sol se vuelven novios y se funden en color y apariencia. El campo extiende mantos inmensos de amarillos junto con las aisladas flores de marzo de abril y la luz se multiplica infinita hasta hacer que los ojos imantados se cierren embriagados de sol.
Cuando eso sucede, los míos, mis ojos inician una búsqueda incesante de amarillos y verdes , como cada año.
Los buscan en las flores y en las pequeñas cosas para dosificar la imensidad del dorado.
Mientras los días de calor estan por llegar yo guardo esos rayos de sol en mi retina como un seguro ante las frescas tardes y noches esperando que los infinitos aromas de la primavera me acaben seduciendo mucho más.

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