domingo, 18 de diciembre de 2011

La Navideñosidad

Se acercan a pasos gigantes unos días impregnados de un ambiente especial. Durante mucho tiempo les hemos llamado la Navidad pero mi hijo ha bautizado con un nuevo nombre este ambiente: La navideñosidad.
-¿Que es para tí?- le pregunté
Sonrió, miro alrededor, lugo por la ventana, después a mi...
-Pues eso- y señaló el arbol, las luces, el pesebre, se arropó en su bata y luego me miró sonriendo unos segundos.
Todavía no sé muy bien que es la navideñosidad pero la palabra me ha dado que pensar. Quizás es una sensación de calor de hogar, o el efecto de las luces y el olor a pesebre, el sentirse caliente en casa, el pensar que todo sigue , que sigues teniendo una vida interesante, que los tuyos están bien... que el año se acaba.
De todas maneras una sonrisa como la suya me valió como respuesta.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Entreacto

En aquel instante tuvo que interpretar una poesía, una canción creo. Tenía que poner en palabras veraces, directas, crudas lo que aquellas metáforas querían decir.
Quien escribió tales palabras añoraba su infancia y lo explicaba desde los recuerdos de la Navidad y la corta edad. Se lamentaba de que fuera tan corta la tierna y dulce etapa que no recuperó jamás. Tantos planes para el futuro...
Mientras sus palabras fluían y los jóvenes de poco más de una década le escuchaban, se oía en su interior un murmullo de lágrimas por alguien que conoció en su infancia, que estuvo luchando siempre y fue vencido por la enfermedad. Alguien que también pensaba prosperar y tener un futuro digno. Pero la dignidad se va con el alma, porque sin alma no hay sueños qué soñar y se pasa a ser lo que has sido, solamente lo que has sido.
Eran varios momentos en uno que a veces se entrecruzaban con una pausa que quería ser rauda para no dejar caer lágrimas en público.
Se daba cuenta que estaba todavía ante ellos, los símbolos de una niñez a punto de cerrar sus puertas, porque entendían todo lo que les explicaba y ponían los ejemplos de su importante y corta vida.
Miraban atónitos las expresiones de cada uno, escuchaban voraces sus frases. Sentían que habían vivido tanto...
Sentían un pasado pero el sentido de futuro estaba por llegar.
Al final del poema la rotunda entonación de los últimos versos puso punto y final a aquel entreacto entre vidas, aquel ensayo de pasado sembrando la semilla de futuros por desear.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Fin de temporada

Antes de acabar la clase miró discretamente la profesora. Sus andares y los sutiles decires a los alumnos que no acababan los exámenes la siguieron distrayendo. Desde su silla admiró por dentro la imagen de aquella profesora de unos 20 años.
Adolescente en ires y venires revoloteó en su cerebro en busca de imágenes que la entretuvieran mientras su amiga acababa. Recordó una película donde una actriz joven paseaba como ella, la profesora, con los mismos andares, movimientos, miradas. Era la proyección de sí misma en los próximos cinco años.
Se emmarcó en la película, por dentro era ella misma, por fuera una mezcla de actriz y profesora que paseaba con su madre, una rica heredera de una castellana y antigua hacienda. ¿de qué hablaban en el paseo...? No lo recuerda. Se siguía recreando en los pasos a lo largo del camino entre jardín umbrío, árboles y vistas al fondo de la casona.
Quizá era aquella película sobre el libro de Miguel Delibes.
Volvió al rayo de luz que iluminaba la silla contigua, ya vacía.
La profesora seguía caminando. Corto paseo. No eran jardines ni páramos.
Solo soñaba con un mundo infinito que la estaba esperando. Camino largo.
El ruido de una silla arrastrada la distrajo súbitamente. Se olvidó del paseo. Mirando hacia adelante se encontró la sonrisa y el gesto de su amiga.
Ésta le preguntó:
- ¿A que aspiras pensando tanto?
- A caminar un camino largo.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Tiempos de seguir amando.


Puede que hoy sea solo una sonrisa, mañana un llanto o una desesperanza.
Mientras tanto el corazón se anima a seguir amando.
Se agolpan los sentidos ante lo deseado.
Tocar, escuchar, decir, acercarse en silencio,
mirarse, seguir,
amar todo el tiempo.