jueves, 8 de diciembre de 2011

Fin de temporada

Antes de acabar la clase miró discretamente la profesora. Sus andares y los sutiles decires a los alumnos que no acababan los exámenes la siguieron distrayendo. Desde su silla admiró por dentro la imagen de aquella profesora de unos 20 años.
Adolescente en ires y venires revoloteó en su cerebro en busca de imágenes que la entretuvieran mientras su amiga acababa. Recordó una película donde una actriz joven paseaba como ella, la profesora, con los mismos andares, movimientos, miradas. Era la proyección de sí misma en los próximos cinco años.
Se emmarcó en la película, por dentro era ella misma, por fuera una mezcla de actriz y profesora que paseaba con su madre, una rica heredera de una castellana y antigua hacienda. ¿de qué hablaban en el paseo...? No lo recuerda. Se siguía recreando en los pasos a lo largo del camino entre jardín umbrío, árboles y vistas al fondo de la casona.
Quizá era aquella película sobre el libro de Miguel Delibes.
Volvió al rayo de luz que iluminaba la silla contigua, ya vacía.
La profesora seguía caminando. Corto paseo. No eran jardines ni páramos.
Solo soñaba con un mundo infinito que la estaba esperando. Camino largo.
El ruido de una silla arrastrada la distrajo súbitamente. Se olvidó del paseo. Mirando hacia adelante se encontró la sonrisa y el gesto de su amiga.
Ésta le preguntó:
- ¿A que aspiras pensando tanto?
- A caminar un camino largo.

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