domingo, 21 de febrero de 2010

La lluvia

Lluvia fría, llegas a media mañana y arrojas tu humedad sobre mis sueños de primavera. Llega la próxima vez con viento suave trayendo aromas densos que anuncien que el agua de tus nubes ha pasado por dónde haya llegado la primavera.
Quiero decirte algo, cerca, al lado de tu gota más pequeña: sé buena, sé dulce, sé cálida, sé agradable y fina para poder pasear sin paraguas, sé aguacero de noche, aguacero suave para regar mis plantas.
Acércate por las aceras de mi calle de esa manera.

sábado, 20 de febrero de 2010

¿Cuándo llega?

He bajado a ver mis flores. No están. Alguna tímida caléndula quiere asomarse. ¿Sabeis qué busco?.... el aroma de la primavera!
!Pero no viene, no llega! Las hierbas no huelen tanto a hierbas. Falta el empuje de un sol más intenso que dé brillo, un brillo que ellas buscan deseperadamente para salir al exterior. Las hojas en su tamaño más ínfimo están escondidas dentro de las ramas, empujando hacia afuera,creando unos botoncitos a lo largo de cada una de ellas que anuncia desesperación por salir.
Primavera, ¿Cuándo llegas?

lunes, 15 de febrero de 2010

La lana

!Que tiene la lana, ese humilde producto de las tan humildes ovejas!
Su olor primitivo en cuanto que recuerda al animal no es mi preferido pero sí me evoca excursiones por los páramos castellanos y algún que otro prado. Una vez transformada la lana se adapta a aquel que la transporta y adopta sus olores naturales o añadidos. Con todo, recién lavada muestra un aroma que emana calor, cobijo.
Me gusta oler y acariciar la lana al mismo tiempo, especialmente si es de calidad. El sinfín de sus usos y transformaciones es equiparable al sinfín de aromas que puede transportar. Son menos efímeros que en algodón y más agradables que sobre las fibras artificiales.
En invierno, en un invierno como este- bastante fresquito-, dad lana a mis sentidos.

sábado, 13 de febrero de 2010

Los botones

Hoy he buscado botones entre mis cajas y botecitos. Siempre los he atesorado como vi que lo hacían las mujeres de mi familia. "No hay que tirar nada, siempre puede usarse para otra prenda".
Y así ha sido. Durante muchos años.
Cuando abro estas cajas todavía percibo el recuerdo del olor de las prendas: las batas, las chaquetas , aquella blusa , aquel vestido , la ropa de trabajo. Los que no tienen recuerdo de olor son heredados, y no conozco la prenda de donde proceden.
Olores a papilla, a perfume antiguo, a comidas en la bata del cole, a pegamento, a metal, a la casa donde uno vivía....., el olor a la madre, la tía, el abuelo, la suegra, los hijos.
Como relacionamos todo, ¿verdad?