lunes, 26 de abril de 2010
Tránsito de aromas
En estos días en que miles de aromas se posan incesantes en todas partes buscando el rumbo del sentido que los perciba quiero destacar la intensidad con que lo hacen y lo efímeros que resultan. Porque el calor les da fiereza, llamada intensa para que el olfato más simple los recoja, pero transcurren rápidos: las flores se marchitan más rápido, las ventanas se abren y el aire circula llevando y trayendo nuevos; las narices se saturan, la gente pasea por más sitios, se abre a las calles, a los paseos, a los caminos. La gente se topa con miles de aromas.
Al final la nariz se satura, sabe que ha olido , ignora lo repetido. La nariz sabe que ha olido mucho y no le resulta nuevo, cierra a ratitos el olfato. Descansa.
Y mañana , nuevo día de primavera, vuelta a empezar.
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También me chiflan los olores, soy muy sensible a ellos, y tengo la manía de acercarmelo todo a la nariz.
ResponderEliminarUn blog muy interesante.
Gracias, Rosanna.
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