lunes, 17 de mayo de 2010
Amanece, que no es poco
Són las siete, amanece. Algunas nieblas recogidas en la noche se levantan con ánimos de querer marchar. Todo está algo tranquilo. Empieza el día y la gira por el mundo. Desde mi terraza miro el sol que lo empuja todo con su fuerza: la niebla , el color de las flores, los aromas de la mañana...
Después de varios meses conviviendo con las consecuencias de la "crisis", me pongo a pensar de otra manera:
Amanece, que no es poco.
Puedo ver el sol cada día y sentir sus caricias, igual que las de los míos. Puedo escuchar las voces de los que me quieren en todos los humores- risas, llantos, tristezas- . Puedo abrazar y ser abrazada. Puedo tener esperanzas. El futuro es más incierto que de costumbre, pero... tengo tantas cosas que me permiten sentirme rica, ...y no solo en espíritu.
Mis flores, mis lanas y mis hilos, los libros, el escaso y saboreado tiempo de descanso. Y un sin fin etcétera de pequeñas cosas .
Tengo a mis pensamientos donde yo quiero y mis manos son libres : puede trabajar y hacer infinidades de proyectos.
Tengo a mi mente imaginando futuros, y aúnque a veces me invada la tristeza, ya me haré una manta de lana para que no me enfríe y cubriré mi piel con el aroma de mis flores.
Una vez más los sentidos nos reconfortan de los malos momentos.
Hay que saborear cada instante, hay que vivir cada amanecer.
Hay que volver a amanecer y esperar aventuras de final feliz.
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